Hola a todos,
De nuevo estamos aquí con el reto mensual de Whole Kitchen.
Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de enero nos invita a preparar un clásico de la cocina norteamericana: DONUTS.
Me alegro de que esta receta estupenda sea el reto de este mes; siempre que me planteo hacer donuts me entra un sentimiento de culpabilidad por ser una receta calórica de masa frita que creo que no se justifica. Para empezar, los donuts hechos en casa son, desde todos los puntos de vista, mucho más saludables que los comprados y además se pueden hornear o freir, lo cual aligera también la receta.
Yo me voy a dejar de tonterías, no hay nada como un donut con el café para desayunar, sobre todo si están blanditos y bien bañados en glasé o azúcar.
Los donuts aguantan ser transportados perfectamente y cuidado! no os dejéis la cartera...
En nuestros días los donuts se fabrican como la llamada bollería industrial y, aunque están muy buenos, también están saturados de calorías, conservantes, estabilizantes y Dios sabe cuántas porquerías más, así que es muy buena idea hacerlos en casa y poder disfrutar de todo el sabor sin ninguno de esos aditivos.
INGREDIENTES
400gr de harina de fuerza
70gr de azúcar blanquilla
1 pellizco de sal
15gr de levadura prensada
1 huevo
250ml de leche tibia
la piel de media naranja
50gr de mantequilla de buena calidad a temperatura ambiente
aceite de girasol para freír
Para la glasa:
150gr de azúcas glass
un poco de agua
En un cazo ponemos a hervir la leche y la ralladura de naranja. Cuando empiece a hervir la retiramos del fuego y dejamos en infusión 5min, retiramos la piel de naranja y dejamos enfriar.
En un bol mezclamos la harina, el azúcar, la sal y la levadura prensada. Añadimos el huevo entero y la leche fría y amasamos.
Si vais mezclar con Kitchen Aid o similar es el momento de utilizar el gancho de amasar.
Tapamos el bol con un paño y dejamos reposar la masa hasta que doble el volumen /dependiendo de la temperatura ambiente, entre 3 y 4 horas).
Sacamos la masa del bol sobre una superficie ligeramente enharinada y la estiramos con un rodillo hasta darle un grosor de 1,5cm.
Cortamos los donuts con un cortapastas o un vaso de unos 10cm de diámetro. Yo he utilizado un aro de emplatar de 10cm exactos. El famoso agujero que ha inspirado algunos chistes a lo largo de su historia lo he hecho con un vaso de chupito.
Y una vez fríos se les pone la glasa. Para hacerla simplemente se mezcla el agua con el azúcar muy lentamente, a chorritos para que no se diluya sino que quede grumosa.
Se bañan los donuts y se dejan secar sobre la rejilla.
Pues ya está, os felicito si habéis llegado hasta aquí sin comeros ninguno. Yo no pude resistir y los probé antes del glaseado. Están buenísimos y si los guardamos en u recipiente bien cerrado, se mantienen blandos unos cuantos días.
Se pueden cubrir con otras glasas, chocolate de cobertura o simplemente con azúcar glass. Yo les he puesto azúcar normal; me encanta como cruje al comerla. Ah! otra manera muy popular de hacerlos es sacrificando el agujero y rellenandolos con mermelada o crema pastelera. Mmmmmmhhhh, Buenísimos!